Las doce leyes básicas de las emociones
Tendemos a pensar que las emociones
tiene sus propias leyes indescifrables, sin embargo existen diversos
estudios que sugieren que las emociones siguen ciertas reglas generales conocidas.
En esta línea el psicólogo Nico Frijda presentó sus doce leyes de las emociones
(Fridja, 2006). Al igual que con la mayoría de las leyes hay
excepciones, pero éstas se han sintetizado a partir de años de
investigación psicológica y se mantienen relativamente estables en el
tiempo.
1. La Ley de Significado Situacional
La primera ley es simplemente que las emociones se derivan de situaciones.
En general, los mismos tipos de situación provocarán los mismos tipos
de respuesta emocional. La pérdida nos hace llorar, las ganancias nos
hacen felices y el peligro nos hace temerosos.
2. La Ley de la Preocupación
Sentimos porque nos preocupamos,
cuando tenemos algún interés en lo que sucede, ya sea un objeto,
nosotros mismos u otra persona. Las emociones surgen de estos objetivos
particulares, motivaciones y preocupaciones. Cuando somos indiferentes no sentimos nada.
3. La ley de la Realidad aparente
Lo que parece real para nosotros es lo que provoca una respuesta emocional.
En otras palabras, la forma en que evaluamos o interpretamos una
situación rige la emoción que sentimos. Por este motivo ciertas
películas, obras de teatro o libros no nos involucran emocionalmente,
porque, en cierto sentido, no sentimos que reproduzcan la realidad de
las cosas.
4, 5 y 6. Las Leyes del Cambio, la Habituación y la Comparación
La ley de la habituación significa que en la vida nos acostumbramos a nuestras circunstancias sean las que sean.
Las emociones, por lo tanto, responden más rápidamente a los cambios.
Esto significa que siempre estamos comparando lo que está ocurriendo en
un marco relativamente estable de referencia (aquello a lo que estamos
acostumbrados). Como resultado nuestras emociones tienden a responder más rápidamente a los cambios que están en relación con este marco de referencia.
7. La Ley de la Asimetría Hedónica
Hay ciertas circunstancias horribles a
las que nunca podemos acostumbrarnos. Si las cosas son realmente malas,
es imposible escapar de sentimientos negativos como el miedo o la
ansiedad. Por otro lado las emociones positivas siempre desaparecen con el tiempo.
No importa lo mucho que estemos enamorados, cuán grande es nuestro
triunfo, o cuán abundante la cantidad de drogas consumidas, las emociones positivas siempre se desvanecen más tarde o más temprano.
8. La Ley de Conservación del Momento Emocional
El tiempo no cura todas las heridas, o si lo hace, sólo lo hace indirectamente. Los eventos pueden retener su poder emocional durante años
a menos que vuelvan a experimentarse y a ser evaluados. Es esta nueva
experiencia y la consiguiente re-definición lo que reduce la carga
emocional de un evento. Esta es la razón de que algunos hechos que no
han sido re-evaluados (por ejemplo, suspender un examen o ser rechazado
por un amante potencial) conservarán su poder emocional durante
décadas.
9. La Ley de Cierre
La forma en que respondemos a nuestras
emociones tiende a ser absoluta. A menudo conducen inmediatamente a
tomar acciones de un tipo u otro, y no permitirán discusión. En otras
palabras, las respuestas emocionales están cerradas a objetivos distintos del suyo
o a juicios que puedan atenuar la respuesta. Una emoción se apodera de
nosotros y nos envía decididamente por un camino, hasta más tarde,
cuando una emoción diferente nos envía por el camino opuesto.
10. La Ley de Atención a las Consecuencias
Las personas consideran naturalmente las consecuencias de sus emociones
y actúan en función de ello. Por ejemplo, la ira puede provocar
sentimientos violentos hacia otro, pero en general la gente se abstiene
de agredirse entre sí de cualquier manera. Las emociones pueden dictar
un tipo de respuesta, pero la gente puede, normalmente, modular la
intensidad de esa respuesta.
11 y 12. Leyes de la Carga más ligera y la Ganancia más grande
El impacto emocional de un evento o situación depende de su interpretación.
Poner un foco diferente en una situación puede cambiar el sentimiento.
La ley de la carga más ligera significa que las personas están
especialmente motivadas para usar reinterpretaciones con el objetivo de
reducir las emociones negativas. Del mismo modo cada vez que una
situación pueda ser reinterpretada para una ganancia emocional positiva,
lo será. Por ejemplo, el miedo puede impedirnos intentar tareas difíciles o peligrosas.
Fuente: Revista de psicologia
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