sábado, 14 de febrero de 2015

Entender nuestras emociones



Los seres humanos somos una totalidad, alma, cuerpo, lenguaje, mente, emociones. Las emociones influyen en nuestro cuerpo, en nuestros gestos, en el tono de voz, en los pensamientos y en nuestras acciones. 
 
Podemos pasar en el día por varias y distintas emociones. Pueden ser tristeza, enfado, alegría, entusiasmo, odio, amor, dependiendo de las situaciones que vayamos viviendo, dependiendo de los hechos que vayan apareciendo en nuestro día. 
Las emociones cambian nuestra forma de expresarnos, de caminar,  nuestra forma de ver la vida y también nos permiten avanzar o paralizarnos. Por ejemplo, si estamos tristes, el cuerpo va a tender a inclinarse hacia adelante, caminar más despacio, los párpados estarán más caídos, nuestra mirada será triste, nuestra forma de expresarnos estará teñida de esta emoción y la voluntad será muy escasa. En cambio, si estamos alegres, vamos a estar más enérgicos, nos expresamos de manera positiva, más entusiasta, y la calidad de nuestra vida mejora.
Explorar nuestras emociones nos permite ver cuáles son las que nos obstaculizan y cuáles no. Sentir emociones es parte de la condición humana. Lo importante es tener presente qué hacemos con esas emociones, qué actitud tenemos frente a la vida, cómo nos dirigimos hacia los demás y ver qué podemos modificar para mejorar nuestra relación con nosotros mismos y los demás. Muchas veces podemos identificar las emociones que nos hacen mal y otras veces por estar tan inmersos en ella no la podemos identificar y necesitamos de la ayuda de un profesional.

La libertad de ser uno mismo con responsabilidad, va a originar como consecuencia el desarrollo de la seguridad interna, la elección consciente, sabiendo que cada acto tiene consecuencias y el aprendizaje para llegar a la madurez emocional.