miércoles, 30 de diciembre de 2015

Los detalles del amor

Los detalles del amor

Las parejas sanas construyen su amor a partir de pilares tan sólidos y robustos como el respeto, la admiración, la igualdad, la complicidad, la transparencia o la confianza.
El psiquiatra Mark Goulston se planteó hace algunos años si las parejas felices compartían algún tipo de características. Esta pregunta le llevó a indagar un poco más y a realizar un estudio en el que descubrió que las parejas más felices comparten algunos hábitos que contribuyen a que lleven una vida basada en el bienestar y la armonía.
Antes de avanzar en la investigación de Goulston, conviene aclarar que tener una vida armoniosa en pareja no quiere decir que se esté exento de conflicto o de discusión. El conflicto es inherente a cualquier relación y pensar que hay parejas que no discuten ni tienen problemas es tener una visión edulcorada y demasiado simplista de la vida. La armonía y el amor son protectores que hacen de las discusiones un auténtico campo de aprendizaje y crecimiento en pareja.
Estas son las pautas que la investigación de Goulston reveló y que conviene que revises para determinar el grado de bienestar que existe en tu vida en pareja:
1.- Se van a la cama al mismo tiempo
Las parejas felices están sincronizadas y se van a la cama por la noche al mismo tiempo, salvo algunas excepciones justificadas, como un exceso de trabajo de uno o cierta indisposición de otro. ¿Qué ganas con alargar la hora de irte a la cama cuando tu pareja hace ya tiempo que decidió ir a descansar?
2. Cultivan intereses comunes
Una de las fortalezas con las que cuentan las parejas sólidas es el hecho de compartir aficiones o intereses comunes, así como proyectos. ¿Cuántas actividades realizas con tu pareja? ¿Qué intereses os unen? ¿Cómo puedes desarrollar más proyectos comunes?
3. Caminan y pasean de la mano
Mark Goulston aconseja que las parejas anden uno al lado del otro y que se cojan de la mano. Este gesto es un símbolo de unidad y de cariño. No pierdas el sentido de compañía. ¿Hasta qué punto te cuesta acercarte a tu pareja? ¿Qué pasaría si recuperaras la costumbre de cogeros de la mano?
4. Se centran más en lo que su pareja hace bien que en lo que hace mal
Si te empeñas en buscar defectos en tu pareja, te aseguro que siempre hallarás algo. Si te centras en encontrar aspectos positivos, virtudes o cualidades, te aseguro que también las hallarás. ¿En qué aspectos pones el foco? Goulston afirma que las parejas felices acentúan lo positivo.
5. Se abrazan cuando vuelven a verse tras la jornada laboral u otras actividades
La ausencia de caricias y abrazos en una relación es un descuido emocional de importantes consecuencias. ¿Hace cuánto que no le das un beso sentido a tu pareja? ¿Cómo crees que influiría en tu relación la recuperación del contacto físico?
6. Confían y perdonan
El perdón es la gran herramienta sanadora y reparadora. Produce un tremendo alivio y evita que las relaciones se desgasten. Si además unimos el perdón a la confianza, ahuyentamos el rencor que puede quedar tras temas inconclusos y conversaciones pendientes. ¿Cuántas veces te has quedado con la sensación de que no habías hablado todo lo relativo al tema de discusión con tu pareja? ¿Qué crees que deberías cambiar en ti para poder perdonar sinceramente? ¿Cuál es la causa por la que no hay confianza en tu relación?
7. Se dicen "te amo" y se desean un buen día
El día se empieza en casa y con las personas con las que vivimos. Saber que cuentas con el apoyo de tu pareja hace que los problemas, las dificultades y las molestias cotidianas se afronten de otra manera. Incorpora el hábito de desear un buen día a tu pareja y dile que la amas. ¿Cuándo fue la última vez que se lo dijiste?
8. Se dicen "buenas noches" cada noche.
Es muy alentador recogernos cada día en casa teniendo la sensación de que nuestra relación de pareja es especial. Lo que una pareja feliz tiene es más grande que cualquier incidente perturbador, como mantiene Goulston.
9. Llaman o envían un mensaje a su pareja durante el día
Llamar o enviar un mensaje preguntando a nuestra pareja cómo está y qué tal le va el día ayuda a mantener un lazo de conexión amorosa y un puente de complicidad. ¿Cómo te sentirías si en medio de un problema recibieras un mensaje de tu pareja diciéndote que te echa de menos y que está feliz de estar contigo?
10. Se sienten orgullosos de su pareja
La admiración es una de las claves de las parejas felices. ¿Qué es lo que más admiras de tu pareja? ¿Hasta qué punto se lo demuestras?
Si de verdad te importa tu vida en pareja y sientes que estás pasando un mal momento, te invito a que escojas uno de los hábitos que acabas de leer y que lo cultives. Te garantizo que te hará sentir mejor, que sacará lo mejor de ti y que influirá en que haya cambios positivos en tu relación. Lo único que necesitas es decisión para empezar y voluntad para ser constante, aunque al principio no te funcione. Confía.

Fuente:Helena López-Casares Pertusa 
Escritora y coach transpersonal

¿Todavía no tienes pareja? Ordena tu casa y la encontrarás

¿Todavía no tienes pareja? Ordena tu casa y la encontrarás

SEXY 
Ya lo advierte el dicho popular. Nunca hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. Sobre todo cuando hablamos de una relación amorosa. Imagina que la noche se alarga y tu ligue te invita a tomar una copa en casa. O al revés: el que te lanzas eres tú. Estás en el momento clave de toda primera cita. Porque, según una encuesta de Helping y eDarling, la mitad de sus usuarios españoles no volvería a quedar con alguien cuya casa esté sucia o desordenada la primera vez.
Las mujeres son más estrictas: casi un 67% descartaría a una persona si su apartamento está hecho un desastre, especialmente si hablamos de una habitación con la ropa regada por todas partes, un baño impracticable o una cocina imposible (nunca, bajo ningún concepto, dejes los platos amontonados en el fregadero).
Los hombres, por su parte, son más flexibles: sólo el 36% no le daría una segunda oportunidad a una chica desastrada. Pero no todo está perdido: un 83,9% de los españoles tendría la decencia de limpiar antes de una cena romántica.
Si perteneces a ese afortunado grupo, te interesa saber que lo más valorado es una habitación ordenada, un baño brillante y una cocina impoluta. Nota mental: antes de proponerle a alguien que pase a conocer tu apartamento pon el lavavajillas, recoge el baño y cambia las sábanas (hoy, una lavadora cabe en cualquier hueco y con las que incorporan el secado no hay excusa que valga).
El asunto del orden no es superficial. El rechazo a una persona cuya casa parece una leonera va más allá de la primera vez. Para el 79% de los encuestados sería un problema de convivencia que su pareja no quisiera compartir las tareas domésticas. Esto se debe, en opinión del psicólogo y sexólogo José Bustamante, autor de ¿En qué piensan los hombres? (Paidós), a que asociamos el desorden al caos emocional, a la falta de cuidado personal e, incluso, a la suciedad.

El DESORDEN SE ASOCIA A DESCONFIANZA
"El desorden se asocia a desconfianza e impulsividad. Cuando conocemos a alguien buscamos de manera inconsciente señales que nos ayuden a predecir si es de fiar. Cómo se viste, su olor, la música que escucha, el orden en su casa y la limpieza pueden ser determinantes en querer o no conocerlo a fondo", explica Bustamante.
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El experto da un paso más: la logística del hogar es uno de los problemas más frecuente en las parejas estables, hasta el punto de poder hacer saltar por los aires la convivencia. "Es como una gota constante. Cada día hay cosas que hacer en casa: ponemos la lavadora, limpiamos y ensuciamos, nos duchamos, hacemos la cama… Este sin fin de tareas nos roban tiempo de descanso y ocio, y ponen encima de la mesa las diferencias que cada uno tenemos sobre los niveles tolerables de caos doméstico, así como la manera en la que nos hemos educado al respecto", apunta.

EVITA LAS DISCUSIONES
Compartir un espacio íntimo y las tareas poco agradables es una fuente inagotable de discusiones. "Si convivimos, ambos tenemos la responsabilidad de mantener la casa limpia y ordenada, pero también tenemos la misma legitimidad a la hora de aportar el criterio sobre lo que es sensato o no para poder vivir en común. Hay personas muy ordenadas que manifiestan abiertamente que les cuesta dejarse llevar por los caminos de la pasión cuando no se sienten en un entorno limpio", concluye el experto. Ya sabes: lo limpio siempre es más sexy.

martes, 29 de diciembre de 2015

Cinco maneras de reinventar tu café mañanero

Cinco maneras de reinventar tu café mañanero

WIKICOMMONS

 


 

Ha llegado el momento. Es duro, lo sabemos, pero toca levantarse casi de noche y con frío para ir a trabajar. Y eso significa, para casi todos, café, mucho café.
Un estudio de la cadena Café & Té indica que el 65% de los mayores de 15 años en España beben, al menos, una taza de café al día. A la semana la cifra da miedo: 535 millones de tazas de café, según el mismo análisis. Pero, ¿tienen que ser todas iguales? Te damos cinco consejos para redescubrir esa primera taza del día que te tomas en casa y que puede ser lo primero que te robe una sonrisa.
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1. PLACER EN TRES CAPAS
Por abajo, leche caliente. Por arriba, espuma de leche. Y en el medio del aromático sándwich, café espresso. Se trata de gozar con el latte macchiatto, el café de los niños según la costumbre italiana. El truco está en hacer bien los pasos.
Empieza por la leche caliente, añade la espuma y finalmente el café. El milagro de Arquímedes hará el resto. Por las distintas densidades de los líquidos, la leche caliente apenas quedará manchada del café y la espuma quedará arriba. Claro que también puedes optar por las modernas cafeteras, baristas de cocina con las que basta pulsar un botón para que te den tu macchiatto. Por cierto, lo de la macchia viene por la pequeña capa de espuma que separa el café de la leche manchada. Porque es la marca, el testigo, de que no estamos ante el típico café con leche.
2. EDUCA TU NARIZ
Si la cosa huele a fruta, a flores o a pan tostado, vamos bien. Si torcemos la nariz ante un fuerte e inesperado olor a patata, esa taza no merece nuestro paladar. Pero para descubrir el mundo de los aromas del café hace falta que el ritual no sea un mero "me lo hago, me lo sirvo y me lo trago". Hay que dedicar el tiempo necesario para olerlo. Y asegurarnos de que nuestra cafetera preserva estos aromas.
Además, científicos coreanos y japoneses han publicado varios estudios sobre los efectos beneficiosos para la salud. Entre ellos, el despejar la pituitaria, lo que puede ayudarnos también si queremos ser capaces de oler de una tacada diez perfumes.
3. INNOVA CON NUEVOS INGREDIENTES
¿Por qué siempre café y leche? Puedes probar muchas más cosas. Por ejemplo, combinar extracto de vainilla y leche de coco. O ir directamente a por el helado, como sucede en la receta alemana del eiskaffe: helado de vainilla, crema chantillí y café. Se empieza, como en el machiatto, por el helado; en segundo lugar, el café; y para rematar, la crema.
También puedes atreverte con una receta exportada de cómo toman el té en el Tíbet. Se trata de cargar tu café con… ¡mantequilla! En el Tíbet además le echan pimienta negra y sal. Claro que lo que ellos beben es té… El nombre de este peculiar invento es también para valientes: café a prueba de balas. Pero la cosa parece funcionar para coger ritmo de lunes.
4. SÉ UN MAPAMUNDI
No te ciñas solo al café que conoces, ese que llevas comprando un par de décadas en la misma balda del supermercado. La OCU nos explica que hay dos grandes clases de variedades: la arábica, la más común, con un contenido de cafeína entre el 0,9% y el 1,7%, y la robusta, mucho más fuerte porque su porcentaje en cafeína oscila entre el 2% y el 4,5%. Pero dentro de cada una, es girar un globo terráqueo, taparse los ojos y apuntar a un país para descubrir un nuevo sabor.
Por ejemplo, en Hawai, donde plantan el café en suelo volcánico y bajo el abrigo de la canopea, la techumbre verde de la jungla, el resultado es un café de intenso aroma y cuerpo medio. Si quieres empezar a perderte, una visita a una tienda especializada es lo mejor.

5. SIÉNTETE BARISTA
Se llama latte art. Y consiste en todo el arte que cabe en el diámetro de una taza de café. Los baristas, esos ilustradores de la espuma cotizados en todo el mundo, se juegan desde hace una década saber quién es el mejor en el campeonato mundial de esta disciplina (en la última edición, un español, Héctor Hernández, alcanzó el número 24).
Pero, sin la presión de un torneo, tú también puedes hacer pequeñas obras maestras con la espuma. Para aprender, hay mil tutoriales que explican detalladamente cómo dibujar en café, desde una rosseta a una cadena de corazones blancos.

lunes, 28 de diciembre de 2015

5 curiosidades sobre tu cerebro y su funcionamiento

5 curiosidades sobre tu cerebro y su funcionamiento

FUNCIONAMIENTO DEL CEREBRO 
 
"Las neuronas son células de formas delicadas y elegantes, las misteriosas mariposas del alma, cuyo batir de alas quién sabe si esclarecerá algún día el secreto de la vida mental", decía Ramón y Cajal. Es precisamente nuestro coco, nuestro cerebro, nuestra almendra, nuestro órgano pensante el que hace a los humanos realmente especiales.
Aquí tienes algunos detalles y curiosidades que hacen que seamos como somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos.
  1. La zona del cerebro donde reside el amor. En vez de un corazón deberíamos dibujar un cerebro cuando nos referimos al amor. Y es que estos científicos de la universidad canadiense de Concordia, parece que han encontrado el lugar exacto donde se encuentra el cariño. Según su investigación, cuando miramos imágenes de seres queridos y fotografías eróticas, se nos activa la misma zona cerebral, las áreas del núcleo estriado y de la ínsula.
  2. La capacidad el cerebro en Gigabites. En realidad no es muy científico comparar la memoria humana con la digital pues cada una tiene sistemas completamente distintos de organización y almacenamiento. Sin embargo los neurólogos afirman que nuestra mollera es mucho más potente que el mejor de los ordenadores, pues poseemos unas 100.000 millones de neuronas cada una de las cuales está interconectada hasta 50.000 veces con sus vecinas.
  3. 1.400 nuevas neuronas cada día. Mucha gente piensa que durante la vida adulta no se generaban nuevas neuronas. Sin embargo, recientemente, un grupo de investigadores sueco comprobó que cada día se producen unas 1.400 neuronas nuevas en nuestro cerebro. Eso sí, también se dieron cuenta de que según envejecemos este número va disminuyendo.
  4. Un cerebro maduro y listo para usarse. ¿A qué edad exacta madura nuestro cerebro? Esta es la pregunta que se hicieron en el Instituto de Neurociencia Cognitiva de Londres y se pusieron manos a la obra para conocer la respuesta. Según sus estudios nuestra azotea no está completamente amueblada hasta que superamos los 30 años e incluso después de cumplir los 40. De hecho la zona que experimenta un periodo de desarrollo más prolongado es el córtex prefrontal.
  5. Hablar solo es bueno para el cerebro. A partir de ahora cuando veas a alguien hablando solo por la calle ya no volverás a pensar que está loco, sino que está dándole al coco de manera más eficiente. Un estudio publicado en la revista Quarterly Journal of Experimental Pyschology comprobó científicamente que esta costumbre estimula el cerebro y ayuda a concentrarse mejor para resolver una tarea.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Tu cerebro funciona como un GPS

Tu cerebro funciona como un GPS

La pregunta es sencilla, cuando programas el GPS del coche para que te lleve a una dirección que desconoces, ¿qué información introduces en el navegador? ¿Le metes la calle concreta y el número al que te diriges, o le indicas varias opciones de direcciones por las que no debería ir?
Tanto con la primera opción, introducir la dirección correcta, como la segunda, en la que descartas las alternativas que te conducen a un lugar equivocado, buscas llegar al sitio deseado. Pero la primera es fácil y eficaz, y por ello es la que siempre utilizamos, y la segunda solo te complica la vida.
Pues esta metáfora del GPS también te la puedes aplicar a tu forma de procesar la información, a los pensamientos que eliges para alcanzar tus metas, a cómo interpretas lo que ocurre a tu alrededor y que condiciona tus emociones y tus actuaciones.
Tu cerebro es un GPS y el que lo programa eres tú. Si le metes la dirección equivocada, si centras la atención en los fallos, en lo que no tienes que hacer, al final aumentas la probabilidad de fallar, de desconcertarte y obtienes información contradictoria, en lugar de darte instrucciones sencillas, claras, positivas y útiles.
Fíjate en el ejemplo que te describo a continuación.
Has quedado con una persona que te gusta mucho y tienes miedo a estropear la cita. Durante el camino hasta el restaurante vas pensando...
• No te pongas nervioso.
• No seas aburrido.
• No parezcas un sieso.
• A ver si no vas a estar a la altura.
• Seguro que le parezco poco interesante.
• Etc.
Estás introduciendo en tu GPS lo que no deseas que ocurra, estás dando valor al fracaso, a todo aquello que puede echar por tierra tu cita. En el fondo deseas gustarle, triunfar, que se interese por ti, pero en lugar de hablarte en términos útiles, te hablas con miedo, anticipando lo que no deseas que pase porque piensas que así lo previenes. Pero lo único que consigues es acrecentar el error. ¿No sería más sencillo que te dijeras algo así como...?
• Sonríe, estate tranquilo.
• Piensa en qué te gustaría contarle. Vete buscando temas de conversación.
• Compórtate con naturalidad, como tú eres.
• Siendo amable y simpático, siendo yo mismo, no corro el riesgo de equivocarme.
• Disfruta.
Si al final te hablas a ti mismo en estos términos, no te asegura el éxito, ni gustarle a la chica o al chico, pero seguro que sí aumenta la probabilidad de que ocurra lo que estás planeando. Estás introduciendo en el navegador la dirección correcta.
No importa la temática, el ejemplo es una cita, pero podría ser una competición, la interpretación de una ruptura, una pérdida, una entrevista de trabajo... Lo que trato de hacer llegar a través de este artículo es la importancia de facilitarte la vida, incluyendo lo que piensas.
Nuestro cerebro está programado para buscar amenazas y para detectar el peligro. Es una función biológica que nos protege y nos permite reaccionar con bravura ante situaciones que podrían acabar con nuestra vida. Pero ahora hemos convertido en amenaza todo lo que nos rodea, por lo tanto estamos todo el día en tensión, anticipando cosas negativas, viendo fantasmas donde no los hay.
Hay pacientes que convierten un catarro de sus hijos en una pulmonía, un dolor de pecho en un infarto (que pueden ser hasta gases), un mal día de trabajo en un despido, un "no me cogen el teléfono" en un "ya he hecho algo y se ha molestado conmigo"... La vida es más fácil.
¿Qué haces todo el día pensando en lo que no quieres que ocurra? Trata de focalizar la atención en lo que tiene que pasar, en lo que depende de ti, en programar al GPS con la dirección correcta. No te vuelvas loco anticipando miedos y situaciones catastróficas que puede que nunca ocurran.
La próxima vez que tengas un reto por delante, una situación en la que te gustaría estar relajado o un miedo al que te tengas que enfrentar, deja sencillamente de pensar en lo que sientes o en lo que puede salir mal. Verbaliza en alto lo que quieres que pase. Mientras llenas tu depósito de pensamientos útiles, mientras eliges lo que tiene que pasar por tu mente, impides que entren esas ideas negras, tristes, marchitas, aterradoras que te bloquean y te impiden avanzar. Esos pensamientos los eliges tú. Sólo tienes que tomar conciencia de qué deseas que ocurra y verbalizarlo. Nada más. Y repetir este ejercicio hasta que se automatice.
Para facilitarte la tarea, puedes empezar por preparar lo que deseas pensar por escrito. Ante una situación, describe la historia que te gustaría vivir, pero siempre en términos de lo que hay que hacer y no en términos de aquello en lo que puedes fallar. El cerebro obedece mejor cuando le damos órdenes claras y sencillas, que cuando le damos frases con dobles negaciones y contradictorias.
Y olvídate de la FALSA NEGATIVIDAD, que es esa que procesan algunas personas pensando que si anticipan lo peor, les llegará algo bueno. Dicen que si fantasean con el éxito, el batacazo será mayor. Pero la ciencia ha demostrado que las personas que se preparan para fracasar pueden caer en la profecía autocumplida. Su cerebro se convierte en ese radar que está pendiente de los estímulos que confirman su teoría, esa que dice que todo puede salir mal.
Las personas que se preparan para tener éxito, se esfuerzan más, porque confían en que al final tendrán un premio. Y cuando se equivocan o no consiguen aquello para lo que se esforzaron, les duele, pero con la misma intensidad que los que anticipaban el fracaso. Así que ser pesimista ni siquiera te protege del malestar y el dolor cuando no alcanzas lo que deseas.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Tu decides cuando saltas


Ponga una rana en un recipiente lleno de agua y comience a calentar el agua.
A medida que la temperatura del agua empieza a subir, la rana ajusta su temperatura corporal en consecuencia.
La rana se mantiene ajustando su temperatura corporal con el aumento de la temperatura del agua.
Justo cuando el agua está a punto de alcanzar el punto de ebullición, la rana no puede ajustar más.
En este punto la rana decide a saltar.
La rana trata de saltar, pero es incapaz de hacerlo, ya que ha perdido toda su fuerza ajustando la temperatura corporal.
Muy pronto la rana muere.
¿Qué mató a la rana?
¡Piensa en eso!
Sé que muchos van a decir que el agua hirviendo.
Pero la verdad, sobre lo que mató a la rana fue su propia incapacidad para decidir cuándo saltar.
Todos nos tenemos que ajustar, con la gente y las situaciones, pero tenemos que estar seguros cuando tenemos que ajustar y cuando tenemos que seguir adelante.
Hay momentos en los que necesitamos hacer frente a la situación y tomar las acciones apropiadas.
Si permitimos que la gente nos explote física, emocional, financiera, espiritual o mentalmente continuarán haciéndolo.
Decidamos cuándo saltar!
Vamos a saltar mientras tengamos la fuerza.
¡Que tengan un excelente día!

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Por qué usar un vibrador no es mala idea

Por qué usar un vibrador no es mala idea

Seguro que has visto que la juguetería erótica está muy de moda. Se anuncian todo tipo de estimulantes, lubricantes bolas, y demás accesorios para nuestra vida sexual.
vibradorHoy vengo a contarte cuál es el juguete erótico que más te recomendaría. No una marca concreta, ni un modelo concreto. Porque, que quede claro, yo no vendo productos ni tengo una tienda, ni me interesa venderte un modelo más que otro. De hecho, esto es muy personal, y creo que cada mujer tiene que encontrar aquello que más le guste y le motive.
Creo que dentro de la juguetería erótica hay dos productos que brillan más que los demás. Uno son los lubricantes. Creo que los lubricantes pueden dar mucho juego a una relación sexual. Son útiles tanto para la masturbación como para usarlos en pareja. Y su variedad de colores, texturas, sabores... Hacen que sea un elemento a tener en cuenta, sin duda. A veces incluso necesarios.
Para mí, el otro producto estrella para la sexualidad femenina son los vibradores.
La vibración actúa como estímulo del clítoris y de toda la plataforma orgásmica. Eso quiere decir que es ideal para estimular esa parte del cuerpo que tiene más terminaciones nerviosas destinadas al placer. Una vibración suave puede ayudar, tanto a la excitación, como a la consecución del orgasmo.
No necesitamos un vibrador grande. No te imagines que estoy hablando de falos enormes. No necesitamos vibración en el fondo de la vagina. Recordad que ahí la vagina ni siente ni padece.
No hace falta decir que, si quieres el de tamaño XXL, pues adelante.
Pero los vibradores que yo más recomiendo son los de uso externo, o bien, que tienen una parte para introducir en la vagina pero pequeña. Para estimular la entrada vaginal. Realmente, a efectos prácticos, no necesitamos más. Busca los llamado vibradores de dedo.
La gran mayoría de mujeres no eligen dildos o vibradores grandes para la masturbación. He aquí una prueba de que tamaño y placer NO van relacionados.
Para quién lo recomiendo:
  1. Para ti, si te da la gana.
  2. Para mujeres sin pareja que quieren disfrutar de su sexualidad en solitario y probar nuevos estímulos. ¡Adelante!
  3. Para parejas que quieren añadir un elemento de diversión y placer. El hombre no lo tiene que ver como un competidor, sino como una herramienta más.
  4. Para mujeres que tienen problemas para llegar al orgasmo. Esto te puede ayudar. De hecho, se suele usar dentro de la terapia sexual en la anorgasmia.
Así que ya sabes que, si te apetece regalar o autoregalarte un juguete sexual, esta es una buena opción. Te dejo una foto para que te hagas una idea de lo que yo te recomendaría. Recuerda que esto es sólo una idea. Si llegas a la tienda y sientes un flechazo por otro juguete, no seré yo quien te ponga freno.

¿Te vas a pedir uno estas Navidades? Y tú, chico, ¿quieres sorprender a tu chica?

Fuente:Laura Cámara 
Matrona y sexóloga

lunes, 21 de diciembre de 2015

Claves para escribir bien tus felicitaciones de Navidad

Claves para escribir bien tus felicitaciones de Navidad

FELICITACIONES NAVIDAD 
 
Llegados a estas alturas del año toca ponerse a escribir las postales de felicitación de Navidad —o su versión más común, en mensaje de WhatsApp—. Los buenos deseos suelen salir solos, pero hay ocasiones en las que se duda a la hora de llevarlos al papel: ¿están bien las mayúsculas en Te deseo Feliz Año Nuevo? ¿Nochebuena va junto o separado? ¿Son ss.mm los Reyes Magos o SS. MM. los Reyes Magos?
Con las siguientes claves podrás resolver todas estas cuestiones y no dudar más a la hora de escribir tus felicitaciones navideñas.
felicitaciones
1. LAS FIESTAS, EN MAYÚSCULA
Los nombres propios de las festividades van en mayúscula, por lo que lo correcto es escribir Navidad, Navidades, Pascua, Nochebuena, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes. También va en mayúscula la palabra Adviento.

La Ortografía de la Real Academia Española de 2010 admite el uso de la palabra navidades en minúscula cuando se quiere hacer referencia no a la fiesta en sí, sino al periodo en el que tienen lugar las celebraciones y festejos con ella relacionados (Voy a pasar las navidades en Valladolid).
2. FELIZ Y PRÓSPERO, EN MINÚSCULA
En muchas ocasiones, lo que suscita dudas no es si el nombre de la festividad va en mayúscula o no, sino si la lleva o no el adjetivo correspondiente (feliz, próspero...). Como recuerda la Fundéu, salvo que sean el inicio de una oración, deben ir en minúscula (Te deseo una feliz Navidad).
En la expresión próspero año nuevo todas las palabras irían en minúscula si se quiere felicitar todo el año, como explica la RAE en este tuit:

Sería correcto escribir próspero Año Nuevo, pero en ese caso según la regla ortográfica vista en el punto anterior sólo se referiría al día 1 de enero.
3. NOCHEBUENA Y NOCHEVIEJA, MEJOR JUNTAS
Las formas Noche Buena y Noche Vieja están las dos aceptadas, pero lo común y lo recomendado es escribirlas en una sola palabra (Que pases una feliz Nochebuena y espero que podamos vernos en Nochevieja).
4. ¿Y SI QUIERO ESCRIBIR A PAPÁ NOEL O LOS REYES MAGOS?
Hay quien lo conoce como San Nicolás, pero casi todos los niños lo llaman Papá Noel, que se escribe con tilde y las dos palabras con mayúscula.
Si se quiere escribir en plural, la Fundéu recomienda la forma Papás Noel (Hemos decorado el árbol con Papás Noel de muchos colores). También existe el sustantivo papanoel para referirse a los muñecos, personas disfrazadas u otras representaciones. El plural sería papanoeles.

Para que la carta a Melchor, Gaspar y Baltasar llegue correctamente, según la Ortografía de la RAE los tratamientos y cargos se escriben con minúscula, pero las abreviaturas se siguen poniendo con mayúscula, por lo que serían sus majestades los Reyes Magos o SS. MM. los Reyes Magos.
BONUS:
Si en tu felicitación quieres hacer un guiño al villancico, ten en cuenta que la letra original dice Fum, fum, fum. Procede del catalán y fum significa humo.

Fuente:

viernes, 18 de diciembre de 2015

Proteger el cerebro de enfermedades

Aprenda un idioma nuevo, toque el piano y retrase el Alzheimer

Dicen que a Johann Wolfgang von Goethe, ya viejo, le bastaba que alguien le dijera que algo era muy difícil de hacer o entender para que, si esto era de su interés, se pusiera ese mismo día a estudiarlo desafiándose a sí mismo hasta, por lo menos, intentar atacar el nuevo reto. Es más, dicen que un día Goethe le dijo al canciller Müller: "¿Es que he llegado a los 80 años para estar pensando siempre en lo mismo? Más bien aspiro a pensar cada día algo nuevo y diferente". Y, efectivamente, en ese tiempo Goethe estaba escribiendo una de sus obras maestras Fausto (El sueño de la Inmortalidad. Alianza 2008). Goethe, sin saberlo (estamos hablando del temprano siglo XIX) practicaba lo que hoy nos enseña la neurociencia y es que el cerebro, a cualquier edad y particularmente durante el envejecimiento, requiere, para mantenerse con salud, verse sometido a retos, exigencias y desafíos mentales nuevos y constantes. Y esto último, que es aprendizaje y memoria, es lo que cambia, para bien, su estructura y función. Precisamente, hoy se recomienda, por sus consecuencias positivas en relación al envejecimiento del cerebro, hacer ejercicio mental, cognitivo, todos los días aprendiendo cosas nuevas (frente a la repetición de una rutina diaria), sean manuales, manejar el correo electrónico, hacer la compra por Internet o utilizar cotidianamente las redes sociales. O simplemente, aprender a pintar o dibujar y más complejamente, ya lo veremos después, aprender a tocar un instrumento musical.
Lo que poca gente sabe es que el comienzo de las enfermedades neurodegenerativas y en particular, la enfermedad de Alzheimer, es muy dependiente de los estilos de vida que haya llevado y lleve el individuo. Sin duda que existe un sustrato genético predisponerte, pero este sustrato no es determinante para su aparición. Como lo es, en alto grado, y lo repito una vez más, de la vida que lleve el individuo. Precisamente, en un artículo aquí en el Huffington Post (Ante un Alzheimer incipiente...¡Eche Ud. a correr!), ya señalé hace algún tiempo que la practica del ejercicio físico aeróbico diario ha demostrado ser un poderoso instrumento no solo para retrasar la aparición de esta enfermedad, sino que incluso practicado durante su desarrollo ralentiza, de modo significativo, su progresión.
Pero el ejercicio físico, aun con todas las bondades que son muchas, no es suficiente. El cerebro humano requiere también de esfuerzos intelectuales, mentales, sociales, que además, y para bien, se vean recompensados con el aplauso de los demás, que es lo que sostiene ese esfuerzo. Es decir, el cerebro necesita de un nivel de trabajo mental activo, todos los días. Y para alcanzar ese objetivo propuse, hace algún tiempo, aprender un idioma nuevo a partir de los 50 años (¿Se puede retrasar el envejecimiento del cerebro? Alianza 2011). A este respecto hay un estudio reciente muy interesante, realizado en un grupo de población canadiense con un probable diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer, mostrando que en las personas bilingües desde la infancia aparecen los primeros síntomas de demencia 5 años mas tarde que la media de edad de los pacientes que hablan una sola lengua. Este estudio concluye indicando, obviamente, el gran beneficio no solo personal y de la familia sino también de gasto social que puede representar hablar idiomas.
Todo esto deja en el tintero dos preguntas que pienso son relevantes. Primera, si el aprendizaje de una lengua extra ofrece una cierta protección contra el Alzheimer, ¿podrían dos o tres lenguas multiplicar el efecto protector? Segunda, ¿ofrece el mismo efecto protector que ser bilingüe desde la infancia, el aprendizaje de un idioma nuevo en una persona de 50 años como yo propongo? Para la primera pregunta no hay respuesta puesto que no hay ningún estudio que la avale. Para la segunda, sin embargo, si podríamos aventurar una respuesta que debiera ser afirmativa pues no hay nada, ningún dato, que no nos permita suponer que en estas personas adultas se cree una reserva cognitiva, aun cuando menor, que aquella que se crea en el cerebro de los niños bilingües o trilingües (Aprende un idioma nuevo y tal vez te vuelvas más listo). La plasticidad cerebral, base de esta reserva cognitiva, existe y se potencia con el aprendizaje activo a lo largo de todo el arco vital del ser humano, aun cuando desciende con la edad del individuo.
En cualquier caso pienso que el aprendizaje de una lengua nueva a partir de cierta edad es algo que puede convertirse en una tarea ilusionante y llena de significado emocional y social y por ende ser capaz de evitar ese "apagón emocional" que asoma con la edad. Es más, aprender una lengua proporciona placer al ser fuente posible de reconocimiento y aplauso por los demás e ingrediente importante de satisfacción personal y confianza en las propias capacidades y posibilidades cognitivas. Y, por supuesto, hacer posible ese almacenamiento de "energía pensante" que conocemos como reserva cognitiva (barrera neural que frena los procesos neurodegenerativos). Y de este aumento de reserva cognitiva se puede esperar, como con las personas bilingües, un retraso en la aparición de la Enfermedad de Alzheimer.
Y un añadido a todo lo dicho: hoy ya sabemos que aprender música, (tocar un instrumento, en particular el piano) a edades ya tardías (mayores de 65 años) contribuye en positivo a mejorar de forma significativa aquellas funciones ejecutivas o de control e inhibición cognitiva y de aumento de foco atencional y creación también de reserva cognitiva. Sin duda un elemento más, la música, a considerar como tratamiento preventivo en la lucha contra esa devastadora enfermedad que es el Alzheimer (Frontiers in Psychology doi: 10.3389/fpsyg, 2013,00810).

Fuente : Francisco Mora 
Catedrático de Fisiología Humana, Universidad Complutense de Madrid y catedrático adscrito de Fisiología Molecular y Biofísica, Universidad de Iowa

jueves, 17 de diciembre de 2015

Diez ejercicios para el cerebro: cómo conseguir una mente más aguda y activa

Diez ejercicios para el cerebro: cómo conseguir una mente más aguda y activa


WOMAN BRAIN
Quizás empiezas a sentir que tu cerebro va ralentizándose, que te estás volviendo olvidadizo o, simplemente, que eres incapaz de resolver puzles tan rápido como solías. Aunque no podemos revertir el proceso de envejecimiento, los expertos en salud dicen que nunca es tarde para comenzar a ejercitar el cerebro.
Los participantes de un estudio de la Federación Internacional del Envejecimiento llevado a cabo en Canadá sabían que es posible mantener sano el cerebro, pero más de la mitad de ellos admitieron que desconocían cómo hacerlo, según explica el experto en geriatría Michael Gordon.
"Nuestro cerebro es la clave para una buena salud en el cuerpo. Por tanto, tenemos que dar los pasos necesarios para protegerlo al mismo tiempo que lo estimulamos", dice.
A medida que envejecemos, nuestro cerebro también va experimentando cambios. Disminuye su tamaño y algunas de sus células se debilitan o llegan a morir. Como cualquier otro órgano de nuestro cuerpo, el cerebro sólo puede mantenerse en forma si lo estimulamos. "Parece que el hecho de ejercitarlo ayuda a retrasar su degeneración, a modificar la pérdida de memoria y a mejorar diversas actividades mentales", afirma.
Para entrenar el cerebro, hay que empezar observando nuestros hábitos diarios. Examinar la dieta, el ejercicio físico e incluso el camino que haces habitualmente hasta el trabajo ayuda a mejorar la agudeza del cerebro y la salud en general.
Si bien es cierto que algunos alimentos específicos como los pescados grasos y las dietas bajas en grasas saturadas contribuyen para un envejecimiento cerebral saludable, Gordon asegura que con simples gestos como ingerir más frutas y verduras y restringir las porciones extra, podemos estimular nuestro coco.

Fuente:  Por

martes, 15 de diciembre de 2015

8 trucos para conseguir la siesta perfecta

La siesta es un lujo que todos quieren disfrutar y que todos (o casi todos) deberíamos dormir con la mayor frecuencia posible. Porque echarse una cabezadita después de comer está lleno de beneficios. El doctor James Maas asegura en su libro Sleep for Success! que "la siesta es una forma fácil y saludable de aumentar rápidamente nuestro estado de alerta, concentración, productividad, creatividad y humor", e incluso apunta que es un buen modo de reducir el estado de estrés.
SIESTAS
Los beneficios de la siesta son infinitos. Informes emitidos por la Universidad de Berkeley señalan que el sueño diurno mejora el funcionamiento cardíaco y reduce la hipertensión. Investigadores de la Universidad de Atenas descubrieron en 2007 que dormirla reduce las posibilidades de sufrir un ataque al corazón y un estudio del estadounidense Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) señaló que la capacidad de aprender una habilidad motora aumenta en un 20% en las personas que se echan una cabezadita después de comer.
Sobran las razones para explicar por qué este invento atribuido a San Benito Abad ha contado desde sus orígenes con numerosos e importantes seguidores. Desde Winston Churchill a John F. Kennedy o Albert Einstein. Incluso Cristiano Ronaldo ha reconocido en numerosas ocasiones que le gusta dormirla con su hijo, mientras que Penélope Cruz ha admitido que desde que es madre la echa de menos.
Pero si las virtudes son muchas, solo hay una forma de alcanzar la perfección durante el sueño diurno. Y ésta poco tiene que ver con el método de Camilo José Cela, "una siesta de pijama, Padrenuestro y orinal". La siesta perfecta debe cumplir otros requisitos. La hora, el lugar y la duración son algunos de los puntos a tener en cuenta para dominar este arte en el que, si cumples las reglas del juego, puedes maximizar el rendimiento diurno y llegar a la noche sin problemas para conciliar el sueño. Eso suponiendo que no sufras problemas de insomnio, en ese caso hay una única ley: las siestas están prohibidas.
Estos son 8 trucos para alcanzar la perfección en el arte de echarse la siesta:
1. TRATA DE MANTENERLA CORTA. Y por corta se entiende que dure alrededor de 25 minutos
siesta corta
La Agencia Espacial Norteamericana (NASA) estableció en 2011 que el tiempo adecuado para una siesta modélica es de 26 minutos. Un tiempo que corroborarían dos años después la Escuela Médica de Harvard y la Clínica Mayo al establecer, tras una investigación, que la siesta debe durar entre 20 y 30 minutos porque de lo contrario puede causar somnolencia.
"Para descansar es suficiente entre 20 y 30, pero si lo que se pretende es mejorar el rendimiento cognitivo o aprendizaje sería más beneficiosa una siesta de 90 minutos porque en esa se llega al sueño REM, que es cuando se consolida lo asimilado", explica Jesús Escribá, director del Instituto de Medicina del Sueño. Para el experto en medicina del sueño resulta difícil programar este tipo de siestas porque solo son eficaces levantándose tras la fase REM: Lo difícil es saber cuándo hay que despertarse para evitar romper el sueño profundo". Cuando se interrumpe se vive una sensación de aturdimiento conocida como borrachera de sueño. "Despertándose en esa fase te sentirás mareado y más cansado e intratable que antes", explica James Maas en su libro.
2. QUE LA HABITACIÓN ESTÉ A OSCURAS, sea del modo que sea
siesta oscuras
Para James Maas, una de las claves para conquistar la siesta perfecta es dormirla a oscuras. "Haz todo lo posible por bloquearla, incluso si eso significa usar un antifaz", apunta en su libro. Esa idea la recalca Jesús Escribá, quien insiste que hay que emular en la medida de lo posible al sueño nocturno, cuando cerramos las persianas para dormir.
3. CONSIGUE SILENCIO ABSOLUTO o solo "ruido blanco"
siesta silencio
Esto significa que las pelis de los sábados después de comer no son para echar la siesta, son para verlas. Para dormir la siesta se necesita silencio y no una conversación sobre crímenes o amores imposibles de fondo. "La película hace que el cerebro no descanse como lo haría si no hubiese ruido. Si conseguimos dormirnos con la tele de fondo es porque puede relajarnos y desviar la atención de cosas que nos impiden dormir", explica Jesús Escribá.
James Maas señala esta idea en Sleep for Success! donde exige silencio o en su defecto "ruido blanco". "Cualquier otro ruido va a arruinar la posibilidad de echar una siesta calidad", señala. El experto recomienda recurrir a "tapones para los oídos o auriculares noise canceling, encender un ventilador, el aire acondicionado".
4. ÉCHALA TUMBADO mejor que sentado
siesta tumbado
No se trata de ponerse el pijama y meterse en la cama, pero sí de aproximarse a ese escenario. Porque la siesta debe dormirse tumbado, que es la posición natural del sueño. “El sofá no es un buen sitio para dormir. Si lo hacemos es porque nos da pereza levantarnos y aprovechar una puntual inercial del sueño”, explica Escribá.
Lo cierto es que tumbados dormimos mejor que sentados y nos dormimos mucho más rápido. Diferentes estudios señalan que tardamos un 50% más de tiempo en conciliar el sueño cuando estamos sentados y eso explica que nos resulte tan complicado cabecear en trenes y aviones.
5. CONTROLA LA HORA y no empieces muy tarde
siesta hora
Si pretendes dormir por la noche, no puedes echarte a las seis de la tarde. Esto podría desencadenar problemas de insomnio. “Ten cuidado con dormir una siesta demasiado larga o demasiado tarde porque puedes perturbar el ciclo del sueño”, advierte James Maas. La hora ideal sería entre doce y cuatro de la tarde porque, como explica Escribá, “antes de las 12 está muy cerca de cuando te has levantado y después de las cuatro está muy cerca de cuando quieres acostarte y disminuye la inercia del sueño nocturno”.
6. ANOTA LAS TAREAS PENDIENTES y consigue así poner la mente en blanco
siesta lista
Conciliar el sueño rápido solo se consigue estando muy cansado o teniendo preocupaciones. Para ello es importante olvidarse de las tareas post­siesta. Maas hace hincapié en la importancia de olvidarlas y para ello recomienda “escribir previamente esas tareas” en un cuaderno. Así desconectas y “cuando te despiertes estarás mejor preparado para empezar a realizarlas”.
7. APAGA EL MÓVIL, pero deja la alarma puesta
siesta movil
Saber que no te va a llamar nadie en esos 20 minutos ayuda a conciliar el sueño más fácilmente y evita que nos despertemos antes de tiempo. Además, con la alarma puesta nos aseguraremos de que no nos saltamos la norma del tiempo máximo. Como señala Helene Emselle, autora del libro Snooze ... or Lose!, cuando uno está suficientemente cansado para dormir la siesta, lo más probable es que no se despierte de forma mágica por voluntad propia a los 20 minutos. Una alarma a tiempo evitará problemas de horarios.
8. LIMITA EL CAFÉ o échate a dormir justo después de tomarlo
siesta cafe
El café no está prohibido pero sí debe atenerse a unos horarios. Porque no nos olvidemos que la cafeína es un estimulante del sistema nervioso central, por lo que podría arruinarnos el descanso. Un estudio japonés reveló en 2003 que café y siesta no son incompatibles siempre y cuando la cabezada empiece justo inmediatamente después de beberlo. La cafeína tarda aproximadamente 20 minutos en hacer efecto, el tiempo necesario para dormir la siesta y despertarse bajo el efecto ‘despertador’ del café.

Fuente: Margarita Lázaro

lunes, 14 de diciembre de 2015

El síndrome del espejo

El síndrome del espejo

Cómo reconciliarse con la propia imagen

Vivimos rodeados de espejos, de pantallas de móvil, de ordenadores, de televisiones en esta la que llaman era 'ultramoderna', donde la búsqueda perpetua de la belleza es una de las obsesiones más frecuentes en los países del primer mundo. Jesús J. de la Gándara explica el porqué de ello y propone soluciones para aprender a aceptarse.


El síndrome del espejo

'Cada espejo, cada pantalla, cada escaparate es un lugar en el que nos vemos, miramos y comparamos. Son los jueces insobornables de la belleza y la fealdad. Tan mágicos y sinceros como taimados y peligrosos', esta es una de las afirmaciones que hace Jesús J. de la Gándara, psiquiatra y escritor, en su libro El Síndrome del Espejo, además del centro de sus reflexiones.
Este relato trata sobre la excesiva preocupación por la imagen que hoy en día se considera como una de las 'enfermedades' propias países ricos, convirtiéndose en objeto de infelicidad de la sociedad en la que vivimos.
Buscar la belleza en los demás y nosotros mismos es natural y biológicamente lógico 'lo bello es lo que nos gusta. Lo que nos gusta nos hace gozar. Lo que nos hace gozar nos parece bueno, y deseamos poseerlo', así indica Umberto Eco en 'Storia della bellezza'.
Cuando algo nos gusta, nos quedamos 'embobados' mirándolo porque en nuestro cerebro hacen aparición una serie de drogas internas muy placenteras a las que es muy difícil resistirse: la dopamina y las endorfinas.
Y si nos remontamos más atrás, buscamos la belleza porque la relacionamos desde un inconsciente primitivo con la salud, con lo bueno, con éxito, la felicidad y en definitiva con más posibilidades de descendencia. Hasta ahí todo se conoce.
Nuestra mente, como podemos observar con la mayoría de pensamientos innatos que tiene el ser humano hoy en día, ha evolucionado desde los primeros homínidos, pero el ámbito socio-cultural lo ha hecho mucho más rápido que ella, lo que ha generado varios problemas como son los trastornos de la conducta alimentaria (TCA).
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Hablamos de TCA cuando nos referimos a anorexia, bulimia, o trastorno dismórfico corporal, esta última significa verte horrible en el espejo cuando realmente no lo eres, lo que explica de la Gándara en un fragmento: 'El descontento con la propia imagen física genera disminución de la autoestima, ansiedad, depresión y trastornos alimenticios. Y no queda ahí la cosa, hay estudios que dicen que los hombres más altos tienen mejores puestos de trabajo y ganan más dinero (...), otro norteamericano demostró que las mujeres obesas ganaban un 5 por cientos que las delgadas, (...) y otro que las personas más bajas tiene mayor riesgo de suicidio'.
Muchos asocian estas frustraciones y trastornos con la imposición de 'ideales de Photoshop' que dictan la industria de la moda y de la publicidad, pero está demostrado que existen más factores que cooperan al mismo nivel con esta razón como el biólógico (la herencia del tipo o peso es entre un 40 y 66% genética), el psicológico (conflicto o miedo a hacerse adulto, a la sexualidad, muy relacionado con la anorexia), los conflictos familiares y los problemas en las relaciones sociales (el querer ser como los demás para 'encajar').
Actualmente la delgadez saludable es el patrón biológico y social que se asocia con una mejor calidad de vida, longevidad y posibilidad de descendencia. Por eso, la obesidad, que fue un canon lógico en otras épocas de largas hambrunas donde había que acumular reservas para sobrevivir, es traducida como 'inutil' de manera inconsciente en nuestro cerebro, un órgano que sigue siendo muy primitivo en ciertos aspectos y que no entiende por qué hay que acumular tantas reservas si ahora la comida es tan fácil de conseguir acudiendo a la nevera. Es lo que se conoce como 'genoma lag' o retardo genético, es por ello que muchos cuerpos tienden a coger peso de más como conducta natural.
El escritor propone acudir a un especialista cuando se trate de una TCA, pero cuando hablemos de disconformidad leve, hay métodos que ayudan a aceptarse poco a poco como intentar ser empático con la propia imagen y no juzgarse tan duro, mirar al espejo como quien mira a un amigo al que quiere y reforzar los puntos positivos, reírse de uno mismo, aceptar los defectos e intentar mejorarlos con moderación y no caer en los excesos.
Lo perfecto no existe, y las imperfecciones a veces son lo mejor.

Fuente:Marichu del Amo

jueves, 10 de diciembre de 2015

Razones (científicas) por las que llevar los labios rojos

Razones (científicas) por las que llevar los labios rojos

Especialmente si eres camarera

¿Eres de las que aún no se atreven con el 'rouge'? Quizá deberías saber que puede ayudarte a mejorar tu carrera, a parecer más joven... o eso dicen estos estudios.

El rojo de labios es todo un clásico y, como tal, ha sido sujeto de todo tipo de elucubraciones. Hemos recopilado algunos estudios científicos que demuestran cómo llevar 'rouge' puede ayudarte.
Para mejorar en tu carrera
De acuerdo con un estudio elaborado por la universidad de Boston y Procter & Gamble, las mujeres maquilladas con colores fuertes (por ejemplo, un rojo de labios) aparentan ser más competentes que aquellas que se presentan con la cara lavada o un maquillaje más discreto.
Para conseguir más propinas
Según la Universidad de Bretaña, las camareras que llevan los labios rojos consiguen más propinas. El estudio se realizó con siete camareras diferentes que lucían labiales rojos, rosas y nude, así como otras sin ningún tipo de maquillaje de labios. El único tono con el que se consiguió dicho efecto fue el carmesí.
Para parecer más joven
Uno de los principales signos de envejecimiento es la reducción del contraste facial, que provoca entre otras cosas que los labios pierdan parte de su tono rojizo. Esta conclusión, obtenida de un estudio de la Universidad de Lovaina, abre una alternativa sencilla a los productos 'antiage': maquillarse los labios en tonos rojos.
Ser más 'sexy'
Desde los tiempos de Marilyn Monroe, esto era algo que podía preverse, pero ahora la ciencia lo ha confirmado: las mujeres con labios rojos resultan más atractivas. Esta afirmación de desprende de un estudio de la universidad de Manchester, en el que se demostró que el movimiento ocular de los hombres es mayor cuando miran a mujeres con labios rojos (7.3 segundos de media) y rosas (6,7 segundos), frente a los 2.2 segundos que dedicaron a las que no llevaban pintalabios.

Fuente:Amanda Peñuelas

lunes, 30 de noviembre de 2015

12 cosas que no deberías decirle a tu mujer embarazada



12 cosas que no deberías decirle a tu mujer embarazada 

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Cuando una mujer se queda embarazada su vida cambia por completo durante 9 meses, y por completo a partir del día del parto. Cuando una mujer se queda embarazada, la vida del hombre empieza a cambiar también, porque la de ella cambia, y porque será padre.
Pero no todos parecen estar preparados para esos cambios, o no están capacitados para entender qué le pasa a una mujer cuando se queda embarazada. Y lo peor no es solo eso, sino que muchos hablan de más, demostrando que no solo no lo entienden, sino que parece que tampoco se molestan demasiado en entenderlo. Aquí os dejo con las 12 cosas que no deberías decirle a tu mujer embarazada.
Antes de entrar al lío, decir que no se puede generalizar. Muchos hombres, espero que la mayoría, son muy prudentes y no dirían estas cosas a sus parejas. Otros, quizás no por cuestión de ser más o menos prudentes, sino por su sentido del humor, sí pueden hacer comentarios así... todo depende, claro, de la relación que tenga con su pareja, porque hay mujeres que no se toman a pecho los comentarios de sus parejas y se ríen con ellos (ya digo, depende de cada relación).
Y luego están los que lo dicen sin pensar si pueden hacer más o menos daño y sin parecer estar enterándose muy bien de la historia... vamos, que los hay brutos, muy brutos, que parece que en el terreno de las emociones van bastante perdidicos. Por si eres de estos, o si eres de los otros y piensas en decir algo pero no tienes claro que le pueda molestar, ahí van las frases que debes evitar:

1. "Este y no más"
Como si no fueras capaz de soportar los cambios de humor de tu mujer, o sus quejas, o sus cambios físicos, o soportar la presión de ir a un hospital y vivir en vivo y en directo un parto... quizás porque no sientes que la cosa vaya contigo y te guste más cuando todo es como siempre. ¿Cómo iba alguien a decir algo así?, dirás. Pues esa es la idea, que no lo digas, porque es ella la que pasa por todo y lo último que quiere escuchar es que te ha molestado durante todo el embarazo. Igual en realidad ella no quiere tener más bebés, pero no creo que las razones estén ligadas con cómo es un embarazo o un parto (y en cualquier caso, no creo que el mejor momento de decirle que no quieres ni uno más sea durante el embarazo del primero).

2. "¿Otra visita con el médico? En la prehistoria no había médicos ni nada"
No, no los había, pero si los hubiera habido seguro que las embarazadas habrían ido a verles para saber que todo iba bien. ¿Es muy cansado ir al médico a ver que tu hijo está creciendo bien? Va, hombre, implícate un poco, que vas a ser padre. ¡Vas a ser padre! Y eso consiste en algo más que esperar a que te pongan el niño en brazos. Si hay que ir al médico y quiere que le acompañes (que por otra parte es lo más lógico), pues le acompañas. Quizás así entiendas un poco más por qué ella está como está y se siente como se siente. Hasta puedes hacer algunas preguntas si tienes dudas.

3. "Uff, qué resfriado tengo, qué cansado estoy... hoy no te podré ayudar en nada"
Todos sabemos lo malos enfermos que somos. Un desastre, vamos, que tenemos cuatro mocos y pedimos la tarjeta de discapacitado para el coche y que nos ingresen en el hospital, en cama, con suero y mascarilla de oxígeno en plan "no sé si saldré de esta". En las mismas condiciones, ellas hacen lo de siempre, lo de todos los días... sus rutinas apenas cambian.
No es muy justo decirles algo así, a menos que queramos recibir un: "¿Hola? ¿Perdona? ¿Te has dado cuenta de que tengo una barriga que pesa varios kilos y que llevo días diciéndote lo cansada que estoy sin que me hagas caso?".

4. "Oye, pero ¿de verdad tienes que seguir así, como si fueras bipolar?"
Se llaman cambios hormonales. Cambios hormonales que provocan cambios de humor. Y así son... pueden estar contentas y felices con cosas que en otro momento no les provocaba tanta felicidad y ponerse a llorar por cosas nimias. ¡Y discutir contigo como nunca! Si estuvieras embarazado te pasaría lo mismo y claro, entonces todos tendrían que entenderte (si estuvieras embarazado, ¿lo llevarías igual que ella, o peor?), pero como no eres tú, pues no la entiendes y encima le dices que no puede seguir así. Un consejillo: no digas nada. Aguanta el chaparrón y disfruta del momento en que vuelva a estar muy feliz.

5. "Habrá a quien les gusten, pero las mujeres embarazadas no tienen nada de sexy"
Vaya, una de esas opiniones personales que deberían seguir siendo personales, e intransferibles. Si lo piensas, si no te parecen nada sexys, perfecto, pero no creo que a tu mujer le guste que se lo digan, como no creo que a ti te guste que ella te diga cuáles son tus defectos... básicamente porque si está contigo y te quiere es porque los acepta, como tú deberías aceptarla a ella, siempre.
Y además, ¡que está embarazada! Su cuerpo está cambiando y lo sabe, y tú lo sabes, y lo último que tiene que escuchar es a su pareja diciéndole de manera indirecta que "así no me gustas".

6. "Y después del parto, ¿cuánto se tarda en perder el peso que sobra?"
Emm, más de lo mismo. Se tarda lo que se tarde. Después del embarazo lo principal no es el peso que se ha ganado, sino tu bebé. Debería serlo para ella y debería serlo para ti. Y seguir queriéndoos seáis como seáis, porque pasaréis a ser una familia y porque la vida va dejando huellas en todos. En ellas, y en ti. No creo que te pareciera bien que te dijera: "¿Y después de los 40, cuánto tiempo tardarás en tener el cuerpo que tenías cuando eras más joven?"

7. "¿Para qué limpias tanto la cocina? Si el bebé no va a comer de lo nuestro"
¿Y para qué me haces pintar la habitación, si al bebé le da igual el color? ¿Y para qué limpias a fondo los armarios, si no va a dormir dentro?
Pues porque les sale de dentro, les nace el llamado síndrome del nido, la necesidad de tenerlo todo preparado para cuando llegue el bebé, todo limpio, todo recogido, para cuando paséis a ser uno más. Para no tener que llegar a casa con él y darse cuenta de que hay muchas cosas por hacer.
Igual iría bien que en vez de eso le dijeras "yo te ayudo", o (ya para rizar el rizo): "ya lo hago yo".

8. "Embarazadas ha habido toda la vida... ¿de verdad es para tanto?"
A lo largo de toda la historia miles de millones de mujeres han estado embarazadas y han dado a luz a sus hijos, y en el futuro, miles de millones de mujeres quedarán embarazadas y darán a luz a sus hijos. Pero en este caso, el número de personas que lo vivan o hayan vivido no es un atenuante de lo mal que se puede llegar a pasar.
También millones de personas se han roto un hueso a lo largo de sus vidas, y millones han tenido un cólico nefrítico, y no le deseo ninguna de las dos cosas a nadie (sobre todo lo segundo).

9. "Oye, el que tú estés embarazada está resultando también duro para mí"
Ay, sí, ¡pobrecito! Que ahora las tareas de la casa ya no se reparten entre los dos, sino que tienes que hacer más porque ella está cansada, o porque está mareada, o porque está vomitando. ¿No crees que en su situación estarías pidiendo ya un sacerdote? Va, ponte en su lugar un poco, hombre. Lo que estás viviendo tú no tiene ni punto de comparación con lo que vive ella. Y si ya te parece duro, prepárate, porque cuando llegue el bebé preferirás volver al presente (o al pasado).

10. "No me extraña que estés cansada, si es que no te mueves"
Las hay con mucha suerte. Además de pareja tienen un personal trainer que les dice que si están cansadas lo que necesitan es moverse más, hacer algo de ejercicio, que el cuerpo se les está volviendo vago de no hacer nada. No querría ser yo uno de ellos, porque me imagino la mirada fulminante de ella tras oír esas palabras y solo con eso ya tiemblo.

11. "¿Ya estás de parto? Pero si son las doce de la noche"
Y con el sueño que yo tengo, cariño... ¿no puedes esperar a mañana? Es que si lo sé me hecho hoy una siesta, o me acuesto un poco antes, que mira, viendo la tele se me ha hecho tarde. ¿Y esto cuántas horas son? Porque he cenado poco... si eso, voy a comer algo ahora. O si acaso, luego, de camino, paramos en alguna gasolinera y compramos algo.
Si es que no tenemos desperdicio... las hay con más paciencia que el Santo Job.

12. "Jo, pues sí que te ha quedado mal la cicatriz de la cesárea"
Vaya cariño, muchas gracias. Mi idea era dar a luz por la vagina, pero mira, no pudo ser, por desgracia. Llevo semanas dándole vueltas al tema e intentando no sentirme fracasada por ello, por no haber sido capaz de parir como yo quería, y aunque te lo he intentado explicar no pareces escucharme porque siempre me cortas con un "ya, cariño, pero lo importante es que el bebé está bien". Que sí, claro que eso es lo importante, por eso nació así, pero una parte de mí tiene una herida que estoy intentando sanar, y no es precisamente esta que ves, que al parecer es la que a ti más te importa. ¿Me ha quedado mal? Qué pena, ¿verdad? Anda... ahora vas y me haces un masaje en los pies, si no quieres dormir esta noche en el sofá. Y ya que te pones, deja el móvil y me escuchas, a ver si de una vez logras entenderme, ni que sea un poco.


¿De verdad hay hombres que dicen cosas así?
Pues sí. Ya he dicho que a veces se dicen dentro de un clima de humor y de confianza, y que no todas las mujeres reciben el mensaje del mismo modo (lo aclaro porque muchos, en broma, hemos podido decir cosas así, sabiendo que no vamos a hacer daño). Pero es que los hay que lo dicen en serio, y las hay que, con razón, se lo toman mal.
Así que antes de hablar intenta ponerte en su piel, pregúntale cómo está, cómo se siente, y si te parece raro, busca en internet. Un "embarazada limpiando", "cambios de humor embarazada", "peso de la embarazada", "el alucinante mundo de la mujer embarazada: descubre cómo son", puede ahorrarte muchas palabras vanas, muchas discusiones y el hablar cuando deberías haber estado callado.
Fotos | iStock
Fuente: Armando. “bebes y mas”