Cinco grandes mitos sobre los límites personales
Los límites están en todas partes,
presentes casi en cada rincón de nuestras vidas. Piensa en los pasos de
peatones, en las horas de oficina, en las normas de circulación o en las propias normas sociales. Entendemos que estos parámetros son vitales para protegernos. Sin embargo, cuando se trata de establecer límites personales,
los mitos abundan. Suponemos erróneamente, desde que imponer límites
puede ser algo egoísta hasta que el amor verdadero es ajeno a los
límites.
A continuación exponemos algunas de las realidades que se encuentran detrás de los mayores mitos sobre los límites personales:
Mito 1. Los límites nos alejan de los demás.
La realidad es que los límites son realmente claves para las relaciones personales.
Según algunos autores, los límites ayudan a distinguir entre sí mismo y
los demás, y esta percepción ayuda a mantener relaciones más
saludables y duraderas.
Los individuos con una diferenciación
saludable de sí entienden que son distintos de los que les rodean. En
otras palabras, aprenden a diferenciar sus propios sentimientos,
pensamientos, necesidades y experiencias. Esto les permite permanecer
verdaderamente conectados con los demás sin perder su propio sentido de sí mismo.
Mito 2. El amor no requiere límites.
En muchas familias y círculos de
amistad, la expresión ‘te amo’ se equipara con ‘Estoy dispuesto a hacer
lo que me pidas en cualquier momento’. Esto supone que en nombre del
amor verdadero, muchas personas terminan cediendo a demandas que causan daño, que provocan resentimiento y que, finalmente, pueden destruir la relación.
A veces, y más a menudo de lo que creemos, el gesto más amoroso es decir que no, particularmente en las relaciones con nuestros hijos.
Mito 3. Los límites son egoístas.
La realidad que subyace a este mito es
que ayudarás a mucha más gente si estás lleno de energía que si estás
agotado, resentido y excesivamente comprometido. Decir que sí te hará
sentir bien en ese momento, pero cuando no seas capaz de mantener tu compromiso estarás decepcionando a los demás y a ti mismo.
Decir no puede parecer decepcionante en el momento, pero a la larga te hará ayudar a más personas con mayor eficacia. Además, los límites son realmente útiles para los demás, ya que proporcionan una comprensión más clara de lo que somos, lo que nos importa, y nuestra forma de actuar.
Mito 4. Establecer límites requiere cierta maldad.
La realidad es que en general las personas no perciben los límites personales como un castigo. Este mito puede provenir de personas con límites débiles, cansadas de ser atropelladas o ignoradas. Por otra pare, los límites no requieren de acciones intensas ni violentas. De hecho, a veces los límites más fuertes y eficaces no requieren ni siquiera de palabras.
Mito 5. Los límites requieren demasiado tiempo.
En realidad, es más bien todo lo contrario. Una vida sin límites puede llegar a agotar tu tiempo, tu energía y tus emociones.
Las líneas imaginarias que trazamos alrededor de nuestros cuerpos,
relaciones, objetos, sentimientos y creencias nos dan el tiempo, la
seguridad, los recursos y el enfoque necesario para construir nuestra
propia vida y el mundo que estemos dispuestos a crear a nuestro
alrededor.
Completamos este artículo con una excelente Guía para el establecimiento de normas y límites en el ámbito familiar, editada por madridsalud.es, en la que se ofrece una visión de las funciones básicas del establecimiento de normas y límites,
sus características principales, y las pautas a seguir para establecer
las normas en el seno de la familia como primer agente socializador.
Fuente:Revista de Psicologia
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