Ojala no hubiera desgracias ni crisis, rupturas ni adioses.
La vida no es una balsa de aceite, no, por fortuna hay picos, porque cuando nada se mueve, es que todo se ha acabado, pero nosotros la complicamos más; enmarañamos pensamientos y relaciones y creamos necesidades falsas.
La solución no es rendirse al desinterés, ni renunciar a todo lo material, sino aligerar; relativizar, atender a los verdaderos deseos, reír, disfrutar de los pequeños placeres y rescatar de cada experiencia una enseñanza para dar sentido a nuestra vida.
Vive la vida!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario !