Indicadores de Maltrato Psicológico en las Parejas
Es importante ponerle nombre a las cosas así como estar informado, pues la información da poder y con ello podemos actuar.
Los malos tratos, puede ser en ambas direcciones, dentro de las relaciones de pareja, de un hombre a una mujer, o de una mujer hacia un hombre, en el primer caso, está tipificado como delito en el código penal como violencia de género, en el segundo caso, como maltrato.
Cuando se da fuera del ámbito de la pareja recibe otros nombres, como maltrato en el caso de hijos a padres o viceversa. Lo mismo ocurre con otro tipo de violencias, ya sean en el colegio: bulling o en el trabajo: moobing o incluso a través de internet: ciberacoso.
El maltrato puede ser a dos niveles; físico: golpes directos a la persona o a los objetos cercanos para intimidar, empujones, romper cosas cerca de la persona; con el objetivo sobre todo de intimidar, de provocar miedo. O puede ser a nivel psicológico donde destruya poco a poco la autoestima de la persona para tener la sensación de menor valía personal y sobre todo despertar un nivel de dependencia de la pareja, donde la persona duda de si misma y se infravalore. Esta situación es más difícil de identificar a tiempo tanto por la persona, como por los que le rodeas así como por la sociedad, sin mencionar la forma de demostrarlo a nivel legar.
El perfil de la persona que maltrata, es siempre de una persona sin una sana autoestima, donde descarga su nivel de frustración sobre la otra y genera dependencia física y psicológica en su víctima. Se maneja desde una posición narcisista, donde genera incertidumbre y confusión. La negatividad del opresor de asumir responsabilidad de su fracaso lo lleva a descargar su ira en su pareja.
El tipo de maltrato más duradero y que deja mayor huella en la otra persona, es el intermitente, donde unos días la pareja es encantadora y no sabe cuando caerá el siguiente golpe o reproche o chillido. Muchas parejas tienen la sensación de que se ha despertado una faceta en la otra persona que no conocían y de una imagen amable, ha aparecido un monstruo, esto ocurre cuando el agresor poco a poco va embaucando a su víctima
En el caso de los hombres cuesta más creerlo o aceptarlo porque se “supone” que los hombres “son fuertes”, “tienen más resistencia o tolerancia”, “No son sensibles o susceptibles”, “No lloran ni se quejan”, y muchos otros conceptos erróneos más.
Ejemplos de situaciones:
“Mi esposa ridiculizaba mi sueldo, no hacía más que compararlo con el de su hermano que trabaja en la misma empresa que yo. Además siempre que me habla lo hace con un tono que parece indicar que soy tonto.”
Una pareja compra en el mercado del barrio, el hombre apenas interviene pero cuando lo hace es sistemáticamente contestado por la mujer en tono de reproche y para criticar lo que él ha dicho. Este estilo de referirse a él en público se repite día tras día, en todas las situaciones, ante todo tipo de personas.
Ambas constituyen un mal trato psicológico.
Algunas de las características de maltrato psicológico son:
Emociones que se despiertan en la persona agredida:
Después de haber mantenido una relación de este tipo, muchos hombres necesitan fortalecer su autoimagen y su identidad, suelen temer a su agresor, al enfrentarse a sus propios miedos o al chantaje de su anterior pareja y esto puede repercutir en la próximas posibles parejas que aparezcan.
Es importante ponerle nombre a las cosas así como estar informado, pues la información da poder y con ello podemos actuar.
Los malos tratos, puede ser en ambas direcciones, dentro de las relaciones de pareja, de un hombre a una mujer, o de una mujer hacia un hombre, en el primer caso, está tipificado como delito en el código penal como violencia de género, en el segundo caso, como maltrato.
Cuando se da fuera del ámbito de la pareja recibe otros nombres, como maltrato en el caso de hijos a padres o viceversa. Lo mismo ocurre con otro tipo de violencias, ya sean en el colegio: bulling o en el trabajo: moobing o incluso a través de internet: ciberacoso.
El maltrato puede ser a dos niveles; físico: golpes directos a la persona o a los objetos cercanos para intimidar, empujones, romper cosas cerca de la persona; con el objetivo sobre todo de intimidar, de provocar miedo. O puede ser a nivel psicológico donde destruya poco a poco la autoestima de la persona para tener la sensación de menor valía personal y sobre todo despertar un nivel de dependencia de la pareja, donde la persona duda de si misma y se infravalore. Esta situación es más difícil de identificar a tiempo tanto por la persona, como por los que le rodeas así como por la sociedad, sin mencionar la forma de demostrarlo a nivel legar.
El perfil de la persona que maltrata, es siempre de una persona sin una sana autoestima, donde descarga su nivel de frustración sobre la otra y genera dependencia física y psicológica en su víctima. Se maneja desde una posición narcisista, donde genera incertidumbre y confusión. La negatividad del opresor de asumir responsabilidad de su fracaso lo lleva a descargar su ira en su pareja.
El tipo de maltrato más duradero y que deja mayor huella en la otra persona, es el intermitente, donde unos días la pareja es encantadora y no sabe cuando caerá el siguiente golpe o reproche o chillido. Muchas parejas tienen la sensación de que se ha despertado una faceta en la otra persona que no conocían y de una imagen amable, ha aparecido un monstruo, esto ocurre cuando el agresor poco a poco va embaucando a su víctima
En el caso de los hombres cuesta más creerlo o aceptarlo porque se “supone” que los hombres “son fuertes”, “tienen más resistencia o tolerancia”, “No son sensibles o susceptibles”, “No lloran ni se quejan”, y muchos otros conceptos erróneos más.
Ejemplos de situaciones:
“Mi esposa ridiculizaba mi sueldo, no hacía más que compararlo con el de su hermano que trabaja en la misma empresa que yo. Además siempre que me habla lo hace con un tono que parece indicar que soy tonto.”
Una pareja compra en el mercado del barrio, el hombre apenas interviene pero cuando lo hace es sistemáticamente contestado por la mujer en tono de reproche y para criticar lo que él ha dicho. Este estilo de referirse a él en público se repite día tras día, en todas las situaciones, ante todo tipo de personas.
Ambas constituyen un mal trato psicológico.
Algunas de las características de maltrato psicológico son:
- Falta de respeto
- Gritos-insultos
- Menosprecio de la valía personal o laboral o incluso económica
- Provocar disfunciones sexuales
- Comentarios donde se despierten la duda y se pretenda desestabilizar al otro a solas o incluso delante de los demás, ridiculizándole
- Ignorar o no hablar durante días
- Manipulaciones sobre la conducta del otro, sobre lo que puede o no hacer
- Hacerle sentir culpable de sus propias emociones, inclusive de su falta de amor o de respeto
- Una conducta perversa lo que pretende es desestabilizar al otro y le hace dudar de si mismo y de los demás
- Muchas veces, el abuso emocional lleva a discusiones más intensas que pueden terminar con episodios de violencia física
- Conductas vengativas en los casos de separación o divorcio.
Emociones que se despiertan en la persona agredida:
- ira, vergüenza por no haber sido amado
- sensación de no valer o no ser capaz de tener una relación de pareja
- baja autoestima también a nivel físico y de habilidades para conseguir una nueva pareja
- vergüenza por aceptar humillaciones y padecido el trato cruel y sin sentimientos de su pareja.
- Después el odio acumulado aparece abiertamente y es muy similar al delirio de persecución.
- De este modo los papeles se invierten el agresor es agredido y la culpabilidad sigue en el mismo lado
Después de haber mantenido una relación de este tipo, muchos hombres necesitan fortalecer su autoimagen y su identidad, suelen temer a su agresor, al enfrentarse a sus propios miedos o al chantaje de su anterior pareja y esto puede repercutir en la próximas posibles parejas que aparezcan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario !