12 cosas que no deberías
decirle a tu mujer embarazada
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cosas que no deberías decirle a tu mujer embarazada
Cuando una
mujer se queda embarazada su vida cambia por completo durante 9 meses, y por
completo a partir del día del parto. Cuando una mujer se queda embarazada, la
vida del hombre empieza a cambiar también, porque la de ella cambia, y porque
será padre.
Pero no
todos parecen estar preparados para esos cambios, o no están capacitados para
entender qué le pasa a una mujer cuando se queda embarazada. Y lo peor no es
solo eso, sino que muchos hablan de más, demostrando que no solo no lo
entienden, sino que parece que tampoco se molestan demasiado en entenderlo.
Aquí os dejo con las 12 cosas que no deberías decirle a tu mujer embarazada.
Antes de
entrar al lío, decir que no se puede generalizar. Muchos hombres, espero que la
mayoría, son muy prudentes y no dirían estas cosas a sus parejas. Otros, quizás
no por cuestión de ser más o menos prudentes, sino por su sentido del humor, sí
pueden hacer comentarios así... todo depende, claro, de la relación que tenga
con su pareja, porque hay mujeres que no se toman a pecho los comentarios de
sus parejas y se ríen con ellos (ya digo, depende de cada relación).
Y luego
están los que lo dicen sin pensar si pueden hacer más o menos daño y sin
parecer estar enterándose muy bien de la historia... vamos, que los hay brutos,
muy brutos, que parece que en el terreno de las emociones van bastante
perdidicos. Por si eres de estos, o si eres de los otros y piensas en decir
algo pero no tienes claro que le pueda molestar, ahí van las frases que debes
evitar:
1. "Este y no más"
Como si no
fueras capaz de soportar los cambios de humor de tu mujer, o sus quejas, o sus
cambios físicos, o soportar la presión de ir a un hospital y vivir en vivo y en
directo un parto... quizás porque no sientes que la cosa vaya contigo y te
guste más cuando todo es como siempre. ¿Cómo iba alguien a decir algo así?,
dirás. Pues esa es la idea, que no lo digas, porque es ella la que pasa por
todo y lo último que quiere escuchar es que te ha molestado durante todo el
embarazo. Igual en realidad ella no quiere tener más bebés, pero no creo
que las razones estén ligadas con cómo es un embarazo o un parto (y en
cualquier caso, no creo que el mejor momento de decirle que no quieres ni uno
más sea durante el embarazo del primero).
2. "¿Otra visita con el médico? En la prehistoria
no había médicos ni nada"
No, no los
había, pero si los hubiera habido seguro que las embarazadas habrían ido a
verles para saber que todo iba bien. ¿Es muy cansado ir al médico a ver que tu
hijo está creciendo bien? Va, hombre, implícate un poco, que vas a ser padre.
¡Vas a ser padre! Y eso consiste en algo más que esperar a que te pongan el
niño en brazos. Si hay que ir al médico y quiere que le acompañes (que por otra
parte es lo más lógico), pues le acompañas. Quizás así entiendas un poco más
por qué ella está como está y se siente como se siente. Hasta puedes hacer
algunas preguntas si tienes dudas.
3. "Uff, qué resfriado tengo, qué cansado
estoy... hoy no te podré ayudar en nada"
Todos
sabemos lo malos enfermos que somos. Un desastre, vamos, que tenemos cuatro
mocos y pedimos la tarjeta de discapacitado para el coche y que nos ingresen en
el hospital, en cama, con suero y mascarilla de oxígeno en plan "no sé si
saldré de esta". En las mismas condiciones, ellas hacen lo de siempre, lo
de todos los días... sus rutinas apenas cambian.
No es muy
justo decirles algo así, a menos que queramos recibir un: "¿Hola?
¿Perdona? ¿Te has dado cuenta de que tengo una barriga que pesa varios kilos y
que llevo días diciéndote lo cansada que estoy sin que me hagas caso?".
4. "Oye, pero ¿de verdad tienes que seguir así,
como si fueras bipolar?"
Se llaman
cambios hormonales. Cambios hormonales que provocan cambios de humor. Y
así son... pueden estar contentas y felices con cosas que en otro momento no
les provocaba tanta felicidad y ponerse a llorar por cosas nimias. ¡Y discutir
contigo como nunca! Si estuvieras embarazado te pasaría lo mismo y claro,
entonces todos tendrían que entenderte (si estuvieras embarazado, ¿lo llevarías
igual que ella, o peor?), pero como no eres tú, pues no la entiendes y encima
le dices que no puede seguir así. Un consejillo: no digas nada. Aguanta
el chaparrón y disfruta del momento en que vuelva a estar muy feliz.
5. "Habrá a quien les gusten, pero las mujeres
embarazadas no tienen nada de sexy"
Vaya, una de
esas opiniones personales que deberían seguir siendo personales, e
intransferibles. Si lo piensas, si no te parecen nada sexys, perfecto, pero no
creo que a tu mujer le guste que se lo digan, como no creo que a ti te
guste que ella te diga cuáles son tus defectos... básicamente porque si está contigo
y te quiere es porque los acepta, como tú deberías aceptarla a ella, siempre.
Y además,
¡que está embarazada! Su cuerpo está cambiando y lo sabe, y tú lo sabes, y lo
último que tiene que escuchar es a su pareja diciéndole de manera indirecta que
"así no me gustas".
6. "Y después del parto, ¿cuánto se tarda en
perder el peso que sobra?"
Emm, más de
lo mismo. Se tarda lo que se tarde. Después del embarazo lo principal no es el
peso que se ha ganado, sino tu bebé. Debería serlo para ella y debería serlo
para ti. Y seguir queriéndoos seáis como seáis, porque pasaréis a ser
una familia y porque la vida va dejando huellas en todos. En ellas, y en ti. No
creo que te pareciera bien que te dijera: "¿Y después de los 40, cuánto
tiempo tardarás en tener el cuerpo que tenías cuando eras más joven?"
7. "¿Para qué limpias tanto la cocina? Si el bebé
no va a comer de lo nuestro"
¿Y para qué
me haces pintar la habitación, si al bebé le da igual el color? ¿Y para qué
limpias a fondo los armarios, si no va a dormir dentro?
Pues porque
les sale de dentro, les nace el llamado síndrome del nido, la necesidad de tenerlo
todo preparado para cuando llegue el bebé, todo limpio, todo recogido, para
cuando paséis a ser uno más. Para no tener que llegar a casa con él y darse
cuenta de que hay muchas cosas por hacer.
Igual iría
bien que en vez de eso le dijeras "yo te ayudo", o (ya para rizar el
rizo): "ya lo hago yo".
8. "Embarazadas ha habido toda la vida... ¿de
verdad es para tanto?"
A lo largo
de toda la historia miles de millones de mujeres han estado embarazadas y han dado
a luz a sus hijos, y en el futuro, miles de millones de mujeres quedarán
embarazadas y darán a luz a sus hijos. Pero en este caso, el número de personas
que lo vivan o hayan vivido no es un atenuante de lo mal que se puede llegar
a pasar.
También millones
de personas se han roto un hueso a lo largo de sus vidas, y millones han tenido
un cólico nefrítico, y no le deseo ninguna de las dos cosas a nadie (sobre todo
lo segundo).
9. "Oye, el que tú estés embarazada está
resultando también duro para mí"
Ay, sí,
¡pobrecito! Que ahora las tareas de la casa ya no se reparten entre los dos,
sino que tienes que hacer más porque ella está cansada, o porque está mareada,
o porque está vomitando. ¿No crees que en su situación estarías pidiendo ya un
sacerdote? Va, ponte en su lugar un poco, hombre. Lo que estás viviendo
tú no tiene ni punto de comparación con lo que vive ella. Y si ya te parece
duro, prepárate, porque cuando llegue el bebé preferirás volver al presente (o
al pasado).
10. "No me extraña que estés cansada, si es que
no te mueves"
Las hay con
mucha suerte. Además de pareja tienen un personal trainer que les dice
que si están cansadas lo que necesitan es moverse más, hacer algo de ejercicio,
que el cuerpo se les está volviendo vago de no hacer nada. No querría ser yo
uno de ellos, porque me imagino la mirada fulminante de ella tras oír
esas palabras y solo con eso ya tiemblo.
11. "¿Ya estás de parto? Pero si son las doce de
la noche"
Y con el
sueño que yo tengo, cariño... ¿no puedes esperar a mañana? Es que si lo sé me
hecho hoy una siesta, o me acuesto un poco antes, que mira, viendo la tele se
me ha hecho tarde. ¿Y esto cuántas horas son? Porque he cenado poco... si eso,
voy a comer algo ahora. O si acaso, luego, de camino, paramos en alguna
gasolinera y compramos algo.
Si es que no
tenemos desperdicio... las hay con más paciencia que el Santo Job.
12. "Jo, pues sí que te ha quedado mal la
cicatriz de la cesárea"
Vaya cariño,
muchas gracias. Mi idea era dar a luz por la vagina, pero mira, no pudo ser,
por desgracia. Llevo semanas dándole vueltas al tema e intentando no sentirme
fracasada por ello, por no haber sido capaz de parir como yo quería, y aunque
te lo he intentado explicar no pareces escucharme porque siempre me cortas con
un "ya, cariño, pero lo importante es que el bebé está bien". Que sí,
claro que eso es lo importante, por eso nació así, pero una parte de mí
tiene una herida que estoy intentando sanar, y no es precisamente esta que
ves, que al parecer es la que a ti más te importa. ¿Me ha quedado mal? Qué
pena, ¿verdad? Anda... ahora vas y me haces un masaje en los pies, si no
quieres dormir esta noche en el sofá. Y ya que te pones, deja el móvil y me
escuchas, a ver si de una vez logras entenderme, ni que sea un poco.
¿De verdad hay hombres que dicen cosas así?
Pues sí. Ya
he dicho que a veces se dicen dentro de un clima de humor y de confianza, y que
no todas las mujeres reciben el mensaje del mismo modo (lo aclaro porque
muchos, en broma, hemos podido decir cosas así, sabiendo que no vamos a hacer
daño). Pero es que los hay que lo dicen en serio, y las hay que, con razón, se
lo toman mal.
Así que
antes de hablar intenta ponerte en su piel, pregúntale cómo está, cómo
se siente, y si te parece raro, busca en internet. Un "embarazada
limpiando", "cambios de humor embarazada", "peso de la
embarazada", "el alucinante mundo de la mujer embarazada: descubre cómo
son", puede ahorrarte muchas palabras vanas, muchas discusiones y el
hablar cuando deberías haber estado callado.
Fotos |
iStock
Fuente:
Armando. “bebes y mas”
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