Un estudio afirma que es posible determinar el coeficiente intelectual de las personas con sólo ver sus rostros
El rostro
humano es una estructura compleja con una función de señalización social
fundamental. Aunque numerosas y variadas especies de mamíferos exhiben
estructuras faciales bien desarrolladas, las funciones comunicativas y
expresivas de la cara alcanzan un nivel único de habilidad en los seres
humanos. Está bien establecido en investigaciones anteriores que los rostros
nos informan sobre la personalidad, el sexo, la edad, salud, origen étnico,
clase social, el atractivo y la afiliación política. No obstante, ahora también
un grupo de científicos encontró que es posible determinar lo inteligente que
es una persona con tan sólo mirar su cara. De esta manera, un equipo de
investigadores de la Charles University, en la República Checa realizó un
experimento utilizando fotografías de los rostros estáticos de 40 hombres y 40
mujeres para comprobar la relación entre el coeficiente intelectual medido,
inteligencia percibida, y la forma de la cara de una persona. De acuerdo con la
investigación publicada por la revista Plos One, “la capacidad para evaluar con
precisión la inteligencia de otras personas, encuentra su lugar en la
interacción social cotidiana y debe tener consecuencias evolutivas
importantes”. El estudio reveló que tanto los hombres como las mujeres son
capaces de evaluar con precisión la inteligencia masculina mediante la
visualización de fotografías faciales. No así en el caso de las imágenes de las
mujeres, las cuales también fueron analizadas por ambos sexos. Así, en el caso
de los varones, además de la inteligencia general, la inteligencia fluida y
figurativa mostró una relación significativa con la inteligencia percibida.
De esta manera, los científicos concluyeron, tras analizar los resultados
del experimento, que los rostros que se asocian con la mayor inteligencia son
más alargados. Además cuentan con una distancia más amplia entre los ojos, una
nariz más grande, un ligero repunte de las esquinas de la boca y el mentón
agudo. Por el contrario, las caras que en el estudio fueron percibidas como
menos inteligentes tienden a ser más anchas y redondeadas, con una menor
distancia entre los ojos, una nariz más corta, comisuras de la boca en declive,
y una barbilla redondeada y grande. No obstante, el estudio no encontró
correlación entre los rasgos morfológicos y la inteligencia real medida con una
prueba de coeficiente intelectual, ya sea en hombres o mujeres, afirman los investigadores
en la publicación. Estos resultados sugieren que un perceptor puede medir con
precisión la verdadera inteligencia de los hombres, pero no en las mujeres, al
ver sus rostros en las fotografías. Sin embargo, esta estimación posiblemente
no se basa en la forma facial. “Nuestro estudio no reveló ninguna relación
entre la inteligencia y el atractivo o la forma de la cara”, publicaron los
investigadores.
El fuerte efecto de atracción que predomina en las personas el rostro de las mujeres, por su parte, de acuerdo con los científicos, no deja evaluar con precisión el nivel de inteligencia del sexo femenino, haciendo efectivo el método visual de medición del coeficiente intelectual sólo con los hombres.
El fuerte efecto de atracción que predomina en las personas el rostro de las mujeres, por su parte, de acuerdo con los científicos, no deja evaluar con precisión el nivel de inteligencia del sexo femenino, haciendo efectivo el método visual de medición del coeficiente intelectual sólo con los hombres.
Interesante artículo Silvia, aunque los resultados son un tanto desconcertantes.
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