Estrategias de comunicación en el proceso de coaching
Un proceso de Coaching se basa básicamente en una conversación entre dos personas, Coach y Coachee, que se encuentran en una relación simétrica. Por tanto, podría aventurarme a afirmar que lo más importante en el proceso de Coaching es la comunicación bidireccional que se da entre las partes.
Tal y como afirma Paul Watzalick, uno de
los principales autores de la Teoría de la Comunicación Humana y padre
de los 5 axiomas de la comunicación, el ser humano es un ser social, de tal manera que no puede entenderse la vida sin comunicación, esta afirmación es totalmente coherente si la relacionamos con una sesión de Coaching, sin comunicación efectiva y adecuada no hay Coaching.
En Coaching, la comunicación efectiva es estar presente al 100%.
Hay que escuchar activamente cada una de las palabras, afirmaciones,
realidades, juicios y manifestaciones que realice el Coachee, ya que a partir de su lenguaje creará su realidad. Tal como expresamos la realidad que percibimos es como la sentimos.
La conversación en Coaching es el vehículo del proceso de cambio,
esta conversación estará teñida de una intención, donde cada palabra,
cada pregunta, cada reformulación o confrontación realizada por nuestra
parte tendrá la firme intención que nuestro cliente se de cuenta de
alguna realidad.
A continuación, expongo algunas de las
estrategias más importantes que deben darse en una sesión de Coaching
con el fin de que la comunicación y por tanto, todo el proceso, lleve a
buen término:
La escucha activa
La escucha activa es la habilidad fundamental que debemos tener quienes trabajamos en el mundo del Coaching, es la clave para hacer la pregunta en el momento y de la forma adecuada.
No se podrá realizar una escucha activa
si no se está presente y al 100% con el Coachee. Se trata de escuchar
sin pensar, sin juzgar, sin desconectar o intentar encontrarte una
“razón lógica”, se trata de escuchar con comprensión.
Escuchando activamente, se generará un clima seguro y de confianza con el Coachee,
ya que éste no se sentirá juzgado o amenazado por la posible
interpretación que podamos hacer de sus palabras. La escucha activa se puede resumir en los silencios,
que pueden ser tan importantes como las palabras, observar al Coachee,
tanto sus gestos como sus emociones, acompañar al coachee a través de
gestos, palabras, contacto visual, no ofrecer consejos, no rechazar emociones, no identificarse con el interlocutor, etc.
Rapport
A través del Rapport creamos sintonía y conexión con la otra persona,
coincidiendo de forma sutil con su estado, provocando de esta manera
una agradable comodidad en el entorno. El rapport se puede realizar
tanto en comunicación no verbal, en la voz, como en los silencios.
Debemos ser capaz de adentrarnos en el mapa de la otra persona, procurando sintonizar con el Coachee sin invadirlo.
Acompasar y liderar
Cuando acompasamos estamos intentando conectar con lo que de verdad es importante para nuestro Coachee,
saber como se está sintiendo en un momento determinado. Una vez se está
totalmente conectado se puede llevar a nuestro cliente a un estado más
“adecuado” para la resolución del problema que le ha ocasionado un
malestar.
Se estará tan conectado el uno con el
otro que al cambiar nuestra energía y actitud se podrá llevar
discretamente al coachee a ver el problema desde otro estado, desde otro
punto del mapa gracias a la intervención de las neuronas espejo.
Feedback
Si algo no es el feedback es opinión,
se trata de una información que se le entrega al Coachee con la que
puede hacer lo que quiera, no se da con la intención de que el otro
cambie, además ha de ser dado con humildad, siendo preciso y dando los
máximos detalles, dejando fuera toda generalización. La finalidad del
Feedback es observar que hacer que le está faltando a nuestro cliente
para alcanzar su objetivo.
Preguntas poderosas
Las preguntas poderosas no son en sí
mismas un tipo de preguntas, sino que se trata de todo el proceso por el
que el Coach hace que el Coachee “se de cuenta” de una serie de
aspectos que podrán orientarle de una manera adecuada a la consecución
de su objetivo.
El proceso de Coaching se basa en realizar estas preguntas poderosas y cuanto más presente se esté más poderosas serán estas preguntas ya que se realizarán en el momento y de la forma adecuada. La dirección que plantemos los Coaches a través de las preguntas será la verdadera clave que dará el éxito al proceso.
Estas
cinco estrategias son algunas de las que empleamos en Coaching, además
de técnicas de Programación Neurolingüística e Hipnosis Eriksoniana, de
las que hablaré en siguientes artículos.
Destacando de nuevo la importancia de la escucha activa y estar presente,
ante todo nuestro Coachee se debe sentir querido, comprendido y
escuchado, si faltase alguna de estas tres variables tendríamos
asegurados el fracaso del proceso. No olvidemos que estamos tratando con
un persona y unas realidades distintas a las nuestras pero igual de
respetables.
Fuente: Eva de la Coba
Nota del Editor
Como complemento al artículo ofrecemos para su descarga el documento “Coaching y competencias emocionales”
firmado por la experta Marta Albadalejo, que ofrece unas claves
interesantes sobre el proceso de coaching vinculado a la enseñanza, del
todo generalizables al resto de procesos de esta índole.
El texto comienza con esta brillante cita de Timothy Gallwey: “El
coaching consiste en descubrir el potencial de una persona para
maximizar su rendimiento. Es más ayudar a aprender, que enseñar”.
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